sábado, 22 de septiembre de 2012



Es increíble como el poder de Dios quebranta nuestros corazones … aunque a veces tratamos de ser reacios e indolentes con su presencia … su poder es muchísimo más fuerte  y penetra  hasta lo más profundo de nuestro ser…  y termina por doblegar nuestra imperfecta humanidad e ingenuo orgullo … que son solo un escudo frágil y quebradizo que  esconde nuestro verdadero yo interior , repleto de frustraciones , problemas, anhelos … y  por sobre todo … de una necesidad incontenible del  auspicio y amparo de nuestro Creador… Gracias Señor por tu infinita misericordia para con  todos nosotros …