miércoles, 14 de octubre de 2009

AL ZAMBO CAVERO



Todos te extrañaremos Arturo zambo Cavero Velásquez, es inevitable no relacionar tu recuerdo al del maestro Oscar Avilés, pues juntos nos depararon sendas tertulias criollas de rompe y raja, que quedaran en la retina de quienes te añoramos y extrañamos y reviviremos tales eventos a través de tus canciones e interpretaciones.
Tú música siempre hizo magia, haciendo crepitar el cajón frenéticamente y vibrar la guitarra al son de tus magistrales interpretaciones, cual parangón del nacionalismo e identificación con la enseña nacional, prueba de ello fue el crespón negro llevado por los jugadores de la selección nacional de futbol, quienes llenos e impregnados de tu remembranza nos trajeron momentos de alegría y optimismo al deporte rey peruano. Donde en su encuentro con la selección de Argentina, debieron ganar por el despliegue demostrado y por razones evidentes o en el peor de los casos empatar de visita. Esta es una de las tantas muestras de lo incentivante y directamente motivante de lo que siempre fue y será tu música para todos los peruanos por tu identificación sin par con el bendito suelo que te vio nacer.
Zambo Criollazo, el arpegio y requinto de la guitarra te llora, el cajón se quiebra de nostalgia y las cuerdas vocales de aquellos que te emulan con orgullo, se duelen por tu partida en bemoles impensadas y agudos profundos que hieren el viento.
Arturo Zambo Cavero, tú no has muerto porque vives a través de tus canciones y estas se perfeccionan y magnifican con tu partida, y el inicio de este viaje sin retorno del cual nadie está libre, es el sello indubitable de la consagración perpetua de tu inapreciable legado al pueblo peruano.
Quise decir muchas cosas pero al final solo se me viene a la mente claramente y diáfanamente tu semblante limpio, tu alegría sin par, la entrega total en tus interpretaciones, tu calidez humana, tú potente y hermosa voz…. Todo concatenado y aglutinado en una sola frase cual es A TRIUNFAR PERUANOS QUE SOMOS HERMANOS, marcándonos la senda de la victoria, esperanza y unidad, ante la adversidad, el desamor y el desasosiego.

César Ángel Gil Hurtado

No hay comentarios:

Publicar un comentario