Es increíble como el poder de
Dios quebranta nuestros corazones … aunque a veces tratamos de ser
reacios e indolentes con su presencia … su poder es muchísimo más fuerte y penetra hasta lo más profundo de nuestro ser… y termina por doblegar nuestra imperfecta
humanidad e ingenuo orgullo … que son solo un escudo frágil y quebradizo
que esconde nuestro verdadero yo
interior , repleto de frustraciones , problemas, anhelos … y por sobre todo … de una necesidad incontenible
del auspicio y amparo de nuestro Creador…
Gracias Señor por tu infinita misericordia para con todos nosotros …
sábado, 22 de septiembre de 2012
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