INFORMACION MANIPULADA

Parece que lamentablemente fueran ciertas las supuestas afirmaciones por no decir aseveraciones del ciudadano de a pie, común y corriente, que a veces solo atina a balbucear, murmurar o intercambiar agrios y viscerales comentarios en torno a este tema, en coloquios amicales y conversaciones de mesa cotidianos. Generalmente los comentarios son de resignación y otros de indignación, ante la impotencia de cualquier vecino individual o asociado al elevar una protesta o un reclamo ante un sistema imperante determinado y por demás manipulador de algunos medios de información. Es de conocimiento generalizado que ciertas instituciones públicas pagan mensualmente a algunos medios de comunicación, para que estos a su vez les hagan la corte, les tiren flores y les revienten cohetes ante una u otra gestión por más que ésta sea intrascendente. La consigna es subestimar los errores del “patrocinador” y sobreestimar cualquier logro de la entidad “auspiciante”, por insignificante que sea. Entonces que les queda a los humildes pobladores, vecinos que son mecidos , humillados , marginados, burlados, soslayados y vejados en sus justos derechos. Qué del todo esfuerzo y tiempo desplegado por algún organización vecinal , sindical o gremial , al realizar un paro o un plantón con cobertura publicitaria , si al final de cuentas la opinión pública apenas se entera de tales reclamaciones y protestas, pues las entrevistas y reportajes que se realicen in si tu sobre tales manifestaciones al final no pasaran el filtro del medio de comunicación asalariado de la entidad en cuestión. En este sentido es menester precisar que no estamos generalizando de ningún modo a todos los medios de información, pues existen medios de comunicación serios, imparciales, objetivos y con amplia credibilidad. Pero sí es condenable la actitud de ciertos medios de comunicación los cuales si caen en esta clase de acuerdos con entidades públicas con la finalidad de beneficiar a la entidad aludida. Silenciando cualquier opinión en contra u objeción que se le haga a determinada entidad pública y lo peor de todo es que dichos medios de comunicación son pagados con el dinero del pueblo. Dicho de una manera más simple y diáfana, se silencia al pueblo con su propio dinero. Dinero gastado que se ubica dentro del presupuesto de dichas entidades en el rubro de gastos de Imagen Institucional y Publicidad.
Conocidos son ya los “pseudos reportajes por encargo”, como si fueran informes de investigación y no lo son para nada, sino por el contrario son como su nombre lo indica , reportajes por encargo elaborados a su gusto y conveniencia.
En el caso de las publicaciones impresas es censurable de que se haga creer al lector que se trata de una investigación periodística objetiva y neutral, al no considerar el término publirreportaje o PR. Cuando en la realidad son costosísimos publirreportajes que les cuestan a los ciudadanos contribuyentes y a la entidad pública respectiva, con el único fin obvio de ensalzar una gestión determinada, utilizando ilegalmente el dinero público. Pues es obligación de los medios de comunicación especificar cuándo se trata de publirreportajes o no, referente tanto para las entidades públicas o privadas, tales como: Las Municipalidades, Los Ministerios y Órganos Descentralizados del Estado. A fin de cuentas no se puede de ninguna manera utilizar ilegalmente el dinero público, ni mucho menos usarlo para silenciar las manifestaciones del pueblo cuando reclama sus justos derechos y pero aún para endilgar elogios a gestiones cuestionadas por la justicia y la opinión pública según sea el caso. En todo caso los informes y reportajes periodísticos , deben de hacerse con total independencia, objetividad, contraste, ética y transparencia.