Se tiene hoy mayor conocimiento del número de personas afectadas y características de composición étnica y genérica del trabajo forzado en las diferentes regiones del mundo. Los mensajes principales son perfectamente claros: se debe combatir el trabajo forzoso. Tratar este problema desde su raiz, hundida desde ciertas formas de discriminación, privación y pobreza. Del mismo modo determinar cuándo las características del mercado de trabajo, como una reglamentación inadecuada o una inspección de trabajo ineficiente o inexistente, coadyuvan al desarrollo de nuevas formas de trabajo forzoso. Adoptar una legislación integral, que permita a todas las organizaciones de empleadores y trabajadores interesadas, así como a la sociedad en general, entender los parámetros dentro de los que se enmarca el trabajo forzoso, proporcionar a los agentes encargados de velar el cumplimiento de la ley, la capacidad y los recursos necesarios para hacer cumplir el ordenamiento jurídico estasblecido. Establecer programas de acción de duración especifica y determinada, con la participación de los ministerios de trabajo , así como de las organizaciones de empleadores y trabajadores y otros interlocutores nacionales e internacionales, asimismo dar una amplia cobertura publicitaria y la difusión necesaria a través de los medios de comunicación.
Además de estos programas, será preciso incorporar los aspectos relativos al trabajo forzoso en toda una miscelánea de marcos políticos a escala nacional. Entre ellos figurarían al menos las estrategias y los programas destinados a reducir la pobreza, las políticas de empleo y relativas al mercado de trabajo, las políticas de migración y las relacionadas a la igualdad de género.
En nuestra región es importante señalar las diferentes modalidades de trabajo forzado que se dan a vista y paciencia de la ciudadanía en general, a las cuales se debería de poner coto de una vez por todas , toda vez que se estaría atentando contra los derechos fundamentales de la persona humana. Así podemos observar el trabajo infantil en la modalidad de "mendicidad forzada", el proxenetismo en los lenocinios y night clubs, forzoso y coaccionado, las horas extras no pagadas en instituciones públicas y privadas no denunciadas por temor a las represalias y efectos colaterales sobrevinientes de parte de los dueños, gerentes, administradores que lucran y usufructúan con el sudor ajeno. Asimismo también podemos señalar el trabajo forzado por deudas en lugares distantes y alejados de nuestra región , tales como comunidades, caseríos, anexos, refiriéndome en este aspecto a tareas de labores agrícolas.
Del mismo modo si seguimos enumerando podríamos señalar muchas situaciones más que se dan lamentablemente en nuestra región. De allí el requerimiento urgente de fiscalizaciones permanentes e inopinadas con la presencia de los organismos especializados de la materia, aún en los lugares aparentemente inaccesibles , donde es evidentemente existe una impunidad preocupante y alarmante.
Es por todo ello que es preciso fortalecer las capacidades de todos los responsables del cumplimiento de la ley, y en particular de las instituciones que trabajan a escala local y comunitaria. También deberían de tomarse medidas para reforzar la coordinación interinstitucional entre los ministerios de trabajo y de justicia , los servicios de inspección de trabajo y las autoridades encargadas de perseguir estos delitos. Y es más en la legislación se debería de contemplar una compensación para las víctimas de este flagelo de la humanidad, "lo cual por una parte incitaría a las víctimas a denunciar el trabajo forzoso y por otra parte disuadiría a aquellos que lo imponen".
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